El hombre de negocios siguió comentando algunos momentos del fin de
semana. “¿Viste lo pobre que puede llegar a ser la gente?”. A lo que el
niño contesto: “sí”. Curioso por saber qué le había impresionado más, el
padre prosiguió:” ¿Y qué aprendiste?”. El muchacho le respondió lo
siguiente: “Nosotros tenemos un perro, ellos cuatro. En nuestra casa hay
una gran piscina, ellos tienen un arroyo que no parece tener fin.
Nuestro jardín está iluminado con lámparas de importación, pero esos
campesinos tienen las estrellas. Ellos disfrutan del tiempo necesario
para hablar y convivir. Mamá y tú os pasáis el día trabajando”. El padre
quedó mudo y su hijo añadió estas palabras: ¡Gracias, papá, por
enseñarme los ricos que podemos llegar a ser!”.....
COPI&PEGO
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