Para cada trastorno en nuestra vida hay una necesidad, es decir, el síntoma es solo un efecto externo. Debemos de ser capaces de entrar o mirar en nuestro yo interior para disolver la causa mental.
Las pautas mentales causantes de la mayoría de los malestares del cuerpo són: la crítica, la rabia, el resentimiento y la culpa. Si uno se entrega a la crítica durante mucho tiempo, ésta suele conducir enfermedades como la artritis reumatoide. La rabia se transforma en emociones negativas que queman e infectan nuestro cuerpo. El resentimiento que se alberga dentro nuestro durante mucho tiempo se corroe y acaba conduciendo finalmente a la formación de tumores y cánceres. El sentimiento de culpa siempre busca castigo y conduce a sufrir dolor.
Realmente creo que es importante entender la conexión que existe entre los pensamientos y los trastornos físicos que pueden afectar a diferentes partes del cuerpo. Cuando sufrimos una enfermedad y somos capaces de ver en nuestro yo interior, sin darnos cuenta, somos capaces de enterarnos de cómo sin saberlo, hemos sido capaces de crearnos este mal a nosotros mismos, y esto tendrá una gran importancia en nuestra vida y probablemente en este momento dejaremos de culpabilizar a la vida y a otras personas de nuestros problemas emocionales y de salud. Debemos responsabilizarnos totalmente a nosotros mismos de nuestra propia salud. Por ejemplo, una persona que sufre torticulis muy a menudo, debe reflexionar sobre su flexibilidad ante opiniones diferentes a las suyas,
seguramente será una persona muy inflexible ya que el cuello representa la flexibilidad en las opiniones y la disposición que tenemos a ver diferentes aspectos de un asunto. A medida de ir cambiando este aspecto de nuestro carácter y de volvernos más flexibles a la hora de pensar y a la vez volvernos más comprensivos con los puntos de vista diferentes a los nuestros, nos daremos cuenta como poco a poco van desapareciendo los problemas o molestias en nuestro cuello. Es decir, cuando sientas rigidez en el cuello, mira dentro de ti y busca dónde está la rigidez de tu pensamiento.
Esto no es un trabajo fácil para que nos vamos a engañar, pero si que es un crecimiento personal que podemos ir trabajando poco a poco.
Fuente: La Ciencia de la Naturaleza